Anarel.la Martínez Madrid usa su cuerpo en la conciencia de un carácter propio, que la ubica en una femineidad interior. Sus performances no son genéricas. Muchas no las podría hacer un hombre, pero a su vez tampoco las podría hacer otra mujer: se relatan desde el interior, desde un discurso del yo. Su cuerpo es a veces la representación (como cuando asume corporalmente, a partir de un simple atrezzo, una peluca, unas pestañas postizas, un personaje), pero a veces es el territorio de la misma: sobre su cuerpo, seguro como el tronco de un roble, se estrellan globos rellenos de agua tintada; sobre su pecho se exprimen naranjas; su sexo sujeta capullos sin pétalos de margarita…

S anarella