Hacia la deriva
Egraim Ortega, an artist was here
(Texto de Efraim Ortega)
El medio ambiente se ha convertido en una de las preocupaciones sociales que con más urgencia es necesario resolver. El hecho de que la naturaleza sea una fuente constante de recursos para el hombre, se torna en un problema por la desmesura con que estos se extraen de ella. Este proyecto habla de la huella, que con esta explotación de recursos, deja el hombre en la naturaleza, y también la reciprocidad de este impacto a su vez en nosotros.
Mi producción esta vinculada directamente al medio industrial dado que mi formación en electricidad, electrónica y medioambiente tienen un gran peso sobre mi trabajo. Me interesan los procesos industriales como medio de expresión y herramientas útiles para crear arte, tanto estética como conceptualmente, la confrontación entre el medio industrial y el medioambiente y la huella ecológica del hombre sobre la naturaleza. Partiendo de estas bases someto objetos y procesos para crear nuevos discursos desde la perspectiva artística.
Alguna de las piezas que presento atisban paisajes industriales que perecieron en su totalidad, como en la pieza “The skin of the earth I y II” que recuerda a los tejados de casas mineras y la oscuridad de las minas de carbón. También paisajes naturales afectados por el hombre como “Hacia la deriva”, obra compuesta por fragmentos de madera reciclada de traviesas ferroviarias, que posteriormente han sido tratadas con fibra de vidrio. La instalación de las piezas sobre el suelo, simulan icebergs negros, que manchados por la contaminación, han perdido su blancura original.
Las piezas de este proyecto, están “manipuladas” por la naturaleza, por el artista y por maquinas y hablan de cómo interactuan el medioambiente, el arte y la industria en el proceso. Un claro ejemplo de esto es “Y si la lluvia no cesara” en la que presento unos carteles de prohibición antiguos, rescatados de postes eléctricos perdidos en la montaña, que han sido castigados por la lluvia y el aire durante mas de 40 años. El cartel ha sido escaneado e impreso en 3D exponiendo así la idea de la manipulación de la obra, desde la naturaleza y desde la maquina, siendo el hombre mero espectador y creador de un relato.
La presión que ejercemos sobre el medio ambiente queda reflejada en las piezas “Fast Food” compuesta por tres cañas de bambú, envueltas en termoretráctiles de colores, material usado en procesos industriales eléctricos. Estos plásticos termoretráctiles al calentarse quedan como una segunda piel sobre el bambú, dejando ver los nudos y las formas orgánicas de este. Y en “shit montains”, donde pretendo visibilizar la realidad de pueblos y ciudades enteras, contaminadas por radiación, calladas por intereses económicos y por la presión de la industria. La pieza consta de unos montones de “mierda” con una base color oro, que refleja bien la idea.
La última pieza da sentido y cierra el discurso. Se trata de un tronco con la inscripción, “An artist was here” tallada sobre él. He tratado de reflejar el papel y el compromiso (o no) que tenemos como individuos en el equilibrio de la naturaleza, y el papel que juego yo como artista en este proceso.
En conjunto esta serie de esculturas han sido creadas a raíz de una preocupación vital que recorre mi obra de manera constante, pero ha sido ahora cuando he materializado de manera visual. El impacto de cada persona en la naturaleza es un poso permanente sobre el medio ambiente que la transforma y nos aleja de ella de manera irreversible. A través del proceso creativo de estas esculturas he sido plenamente consciente de la forma en que se dan la mano la creación y la destrucción de manera inevitable.