Grundkreuz nos confirma que a su selecto grupo de artistas repersentados en Marte, se une José Luis López Moral con «La espera IOS Series 1210»

La espera IOS Series 1210

 

 

En palabras de Ana Adell para SedArt:

Ante el intenso lirismo de los paisajes de Jose Luis López Moral rememoramos los logros del pictorialismo fotográfico decimonónico. Sin embargo, a pesar de las sutiles calidades plásticas de las naturalezas lacustres de fotógrafos como Edward Steichen, el pictorialismo estuvo lastrado por un sentimiento de inferioridad respecto a la pintura que propició un estancamiento en el ámbito de la investigación técnica. López Moral bebe de fuentes pictóricas (se aprecia la estela del romanticismo británico y de la Escuela de Barbizon) pero la honda emotividad que emana de sus composiciones deben tanto al lenguaje pictórico como al dominio de la técnica digital.

De la simbiosis creativa entre la tradición pictórica y la técnica fotográfica, entre el realismo poético y un romanticismo casi surreal, nace una obra subyugante. Cautivadora por su capacidad de navegar por mares ya transitados pero sin anclar en ningún puerto, porque López Moral los recorre dejándonos una sensación continua de deja vu, placentera aunque intrigante, ante parajes sublimados por efectos lumínicos, ruinas revestidas de musgo, formaciones vaporosas arremolinándose sobre prados agostados… Recuerdos vagos de los paisajes silenciosos de Corot, Constable, Friedrich… filtrados por sutiles texturas y veladuras resinosas otorgan a las superficies un aspecto añejo de belleza inasible.

En su caso, el manejo virtuoso de la técnica digital dinamita la frontera entre lo artesanal y lo tecnológico, entre la realidad y el simulacro. En el quehacer de López Moral no hay contradicción entre su experiencia directa de la naturaleza y el trabajo postfotográfico encargado de definir la miríada de gamas y calidades finales. Su espíritu es afín al de los trascendentalistas americanos, a su consagración a la naturaleza como lugar de conocimiento. Sólo en ella el ser humano puede entregarse plenamente a la aventura del pensarse a sí mismo, expresaba Henry David Thoreau. Es un sentimiento emancipado del devenir histórico, cercano a una visión panteísta del mundo, de ahí que contemplando cada uno de los paisajes de López Moral se congreguen en nuestro fuero interno sensaciones ontológicas de esencia atemporal.

Un lujo.