Estamos en una era en la que la sociedad está bombardeada de imágenes y con la llegada de la digitalización se ha creado un mundo virtual, una vida paralela, una realidad cada vez más engañosa. El arte continúa su reivindicación, su lucha en pos de las emociones, siendo un espejo de la realidad como ha hecho siempre a través de sus múltiples canales, con una multidisciplinariedad artística menos encorsetada. La selección de cuatro artistas que componen ‘Realidades’ han reinterpretado la realidad desde diferentes vertientes con una visión personal y contemporánea de lo que les rodea.
Desde la geometría, los símbolos y la palabra, la poesía e imagen o la concienciación. En todos ellos hay una intención de interactuar con el espectador y desafiarlo a descifrar su mensaje. Dejan abierta una puerta al diálogo con la obra, para que quien está frente a ella la complete.
La artista pamplonesa Cristina Silván absorbe de su entorno todo lo superfluo y va a la síntesis de la abstracción lineal y matemática influenciada mayormente por la geometría cromática de Mondrian, el minimalismo de Frank Stella o la abstracción geométrica de Ilya Bolotowsky. El círculo es una figura que representa un papel especial en su imaginario personal. Cristina enmarca dentro de ese elemento aparentemente cerrado su mundo geométrico y cortante, que lejos de estar limitado dentro de la pieza, abre portales y la amplía desde su interior con vibraciones cromáticas de gran fuerza visual. Su universo es intangible, geométrico y cromático.
Calo Carratalá es un artista que afronta la realidad desde un punto de vista que circula entre los clásicos paisajistas con un acercamiento contemporáneo de crítica social, concienciación y reflexión ecologista y proteccionista. Para transportar las naturalezas al lienzo o el papel, Calo necesita vivirlas y a partir de ahí se convierte en canal transmisor a través de una implicación física con la tela.
© Calo Carratalá. Selva.
Pretende reivindicar la conservación de una naturaleza que estamos perdiendo convirtiéndola en eterna a través de su obra. En sus paisajes hay, como él mismo asegura, un trasfondo neo romántico y neo metafísico que constituye el enfrentamiento del ser humano con una naturaleza inhóspita y caótica. Su realidad es tangible, implicada y real, hecha de preocupación y sensaciones vividas.
La obra de Altea Grau, en cambio, sugiere la realidad, no la plasma. Utiliza un lenguaje abstracto para ofrecer unos elementos o transmitir una señal y dejar espacio a la interpretación del espectador. Su trabajo emplea técnicas artesanas como el grabado o la costura con resultado incierto. Sus piezas pueden recordar un lenguaje de signos, un pentagrama o un libro abierto en el que una vez hubieron palabras. Deja intencionadamente abierto el concepto. Sus texturas, superficies y capas tienen espacio entre ellas para que el espectador las conecte. Juega con las huellas de lo que hubo y la imaginación del espectador al sugerir más que remarcar. Su mundo es intangible, hecho de atención y pistas.
© Altea Grau. Against.
Marcel Pey es, como él mismo se denomina, un ‘freelance de la imagen’ que usa diferentes formatos para representar su propia realidad. A través de vídeos, fotografías, poesía y libros de autor, retrata la realidad underground de los años 70-80 que ha intentado mantener inmutable a pesar de las nuevas tecnologías. Como él mismo asegura en una entrevista » mi obra tiene un lenguaje participativo y tácito, rescata imágenes fantasma que introducen al espectador en un cosmos fantástico entre la imaginación y el sueño, el inconsciente y la frontera entre el espíritu y cuerpo, deseo y represión«. El trabajo de Marcel camina entre la realidad y la ficción, la provocación y el desafío.
Comisariado: Miguel Mallol. Web. Entrevista para MARTE